16 mar 2008

Entrevista publicada en El Dominical de El Comercio, domingo 09 marzo

CIUDAD TRICÉFALA
Monstruos urbanos
Individual de Vladimir Ramos, refleja la convivencia de personajes y temibles seres antropomorfos en nuestra caótica ciudad.

Por María Teresa Valencia

A partir de una muestra colectiva que permitía la interacción entre poetas y pintores, "Ciudad Tricéfala", poema de Moisés Sánchez Franco, da inicio a una serie compuesta por el pintor Vladimir Ramos basada en su experiencia de vida en El Agustino: "Es un poco entender la ciudad como un monstruo de tres cabezas, desde mi experiencia en El Agustino, el lugar donde nací y crecí. Hace dos años me mudé a Miraflores y de alguna manera la distancia me ha servido para interpretar mi visión de ese mundo de mi infancia y juventud: una sociedad extraña, con sus propios seres de la noche, con sus personajes. Mi visión es local, de El Agustino, pero también es mayor, pues abarca a Lima."Con excepción de la serie en blanco y negro, que refleja la noche, donde el tratamiento es libre, basado en manchas y trazos, la muestra transmite mucha energía. Es notable la presencia de colores intensos, el óleo y el acrílico son trabajados libremente, y esto le permite al artista establecer un estilo personal. La curadora Cecira Armitano dice que Ramos "integra el acto poético al caos urbano mediante memorias, colores, imágenes y vibraciones. Convierte el escenario rutinario y menospreciado de la ciudad, en una palpitante visión, rica en ideas y símbolos". Los lienzos de Vladimir Ramos abordan sin pudor la política, la religión, la sociedad y los medios de comunicación, como crítica a la manipulación de conciencias, en un espacio casi surrealista. Al tratarse de una temática urbana, no es motivo de asombro encontrar la figura del cantante Tongo, con la que el pintor hace alusión a su origen en El Agustino, representado en el cerro que forma su cuerpo, así como a una "Tula gasificada", ambos cuadros critican la mediatización de estos personajes, productos de la televisión. En el año 2000, Ramos fue miembro fundador de la Asociación Civil Educativa Vigilancia Ciudadana, esto le permitió conocer algunos manejos poco transparentes en su municipalidad, experiencia que ha recreado ahora en "Retratos de poder", un cuadro conformado por dos personajes monstruosos. Mientras uno da la cara, el otro está oculto manejando al primero. En "Radio el arenal" representa la corrupción como un ser encorbatado junto a un trasero convertido en símbolo de la verdad cruda: "Lo normal es que uno muestre la cara bonita a los demás. Por qué no mostrar la cara desnuda, la cara oculta, lo que realmente uno es. Eso para mí es la verdad", explica el artista. Sin embargo, los cuadros también nos acercan al lado marginal de la ciudad. En "Invasión en octubre rojo", Vladimir hace referencia a lo ocurrido a raíz de la remodelación de El Agustino que obligó a muchas familias a invadir el cerro, "el sueño acariciado de la estera" dice, imágenes que desde pequeño se quedaron grabadas en su memoria. "Pizarrón urbano", por otro lado, representa las propagandas políticas pintadas en los cerros durante épocas electorales, entre ellas un optimista y eterno candidato: "Ccaihuare ahora sí". La muestra presenta también pequeños retablos, cuyos techos tienen forma de cerro, "Triciclo Perú" alude al tema de Los Mojarras, mientras que "El ojo que llora", hace referencia al atentado de dicha escultura, acompañada con los colores fujimoristas. La muestra es, en síntesis, una remembranza de los años que Vladimir pasó en El Agustino, los cuales dejaron una impronta en su vida. Esto, sumado a su experiencia como participante en colectivos ciudadanos, ha establecido un diálogo que se manifiesta en sus lienzos: "Me considero un artista que se ha desarrollado en un contexto al cual no puedo ser ajeno. Tengo un compromiso para conmigo mismo. Si el producto produce alguna reacción, ¡enhorabuena!. Yo siempre seguiré haciendo lo que es consecuente con mis ideas."

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